Capítulo 10.
Jungkook estacionó el auto frente a la clínica de Jin, sabía que ambos estaban ahí porque el omega le informó a Yongsun que irían por las terapias de Jimin.
¿Qué diablos había pasado? El auto vigía del guardia que debía cuidarlos se encontraba estacionado cerca, se acercó corriendo solo para fijarse que el alfa policía tenía varios disparos, maldijo en su interior.
Su mandíbula se apretó fuertemente, empezaba a sudar y ya se encontraba muy alterado, llamó a las unidades y paramédicos para que se hicieran cargo.
Al terminar la orden se dirigió dentro de las oficinas viendo el caos que le rodeaba, habían irrumpido el lugar, puertas rotas, sillas tiradas, las decoraciones partidas, todo estaba destruido. Un par de omegas cubiertos de sangre y otros sumamente golpeados.
Corrió en búsqueda de Yongsun y los chicos agudizando sus sentidos para poder encontrarlos, trotó por un largo pasillo llegando a la habitación donde se encontraban, vio a una señora de avanzada edad sentada sin parar de llorar y a Yongsun con un Jin muy rojo limpiándose las lágrimas bruscamente.
Se aseguró que la doctora estuviera bien y caminó hacia la esquina donde estaba la alfa arrullando a su omega, dejó una distancia considerable para no perturbarlos, los alfas puros eran muy territoriales cuando sus omegas se encontraban en celo.
Yongsun volteó a ver a Jungkook, los ojos de la alfa estaban muy dilatados e intentaba de cubrir en totalidad el cuerpo del pequeño omega, que estaba en completo celo en sus brazos.
Buscó a Jimin con la mirada y no lo encontró, se acercó a la alfa llamando su atención.
—Yongsun, ¿qué ha pasado, dónde está Jimin? —pregunta desesperado.
Jin salió de su escondite, su mirada era furiosa, pasó sus manos sobre sus mejillas quitando el rastro de su llanto.
—Se lo llevaron Jungkook, se llevaron a Jimin —Yongsun apretó su agarre sobre el cuerpo de su omega, liberando su preciado olor para poder calmarlo.
Jungkook cerró los ojos tratando de no convertirse para no causar más caos del que ya había, su celular empezó a sonar, lo tomó de inmediato para responder. La pantalla mostraba el nombre de Yoongi.
—Jungkook logramos interceptar a los traficantes, lo que creíamos de la casa fue una trampa, ¿dónde están?
—Demonios, Yoongi, se han llevado a Jimin, Jin está en celo, estamos en la clínica, te necesito, ven lo más pronto posible —no esperó respuesta alguna y colgó.
Escuchó a Jin discutir con Yongsun, el omega se puso de pie tomando todas sus fuerzas, se soltó de su agarre para dirigirse a Jungkook.
—El alfa maldito hizo todo esto, querían tomarme y Jimin me defendió. ASÍ QUE USTEDES DOS ALFAS ME LLEVARÁN A PARTIRLE SU REPUGNANTE CARA —les gritó usando su voz de omega—. El maldito infeliz se atrevió a tocar a mi amigo, le pegaron por mi culpa —lloró totalmente destrozado.
—¿Dongwoo estuvo aquí? —inquiere buscando algún aroma.
—No, envió a otro alfa llamado Nicola —Jungkook, ya estaba más que furioso, se dirigió a Yongsun.
—No voy a permitir que algo malo le pase a mi omega —espetó en un tono increíblemente ronco—. Quédate, yo iré a buscarlo —demanda.
No se dio cuenta de lo que dijo porque era su alfa el que empezaba a tomar control de él.
Escucharon a las patrullas y ambulancias detenerse afuera, Jungkook regresaba por el pasillo dispuesto a ir por Jimin. Yongsun tomó su brazo para poder hablarle.
—Yo voy contigo, hermano, juntos podemos encontrarlos, ven y démonos prisa —la alfa habló con sus ojos vueltos a la normalidad.
—Tu omega te necesita, no puedes dejarlo de esa manera.
—Ellos tocaron a mi omega, esto no quedará así, además sabes que Jin no me perdonaría si te dejo solo en esto —ambos caminaron con porte y furia.
—Yo también voy —grita Jin corriendo hacia ellos.
—¿Eres loco, omega? ¿Estás en celo, recuerdas? —reprende la alfa.
—A la mierda el celo, a la mierda el instinto Yongsun, no dejaré a Jimin, así que muevan esos malditos traseros y apresúrense —camina tomando la delantera.
—Jin, no tienes ninguna preparación para esto —Yongsun continuó trotando detrás de él.
—Tengo boca Yongsun, nada me impedirá que les arranque la polla con los dientes —Jin se encontraba rojo, molesto e irritado.
Jungkook suspiró, no podían perder más tiempo —Déjalo Yongsun, sabes que no podemos hacer nada, llama a Yoongi e informa todo.
El calor de Jin había quedado a un lado al tener esta descarga de adrenalina por ayudar a su amigo.
Subieron rápidamente al auto de Yongsun, Jungkook iría conduciendo.
—Jin, ¿ese olor que se percibía en el consultorio es de esos bastardos, cierto? —el alfa pregunta, ajustando su cinturón.
—Así es Jungkook, vamos por esos malditos —salta en el sillón queriendo aplastar las cabezas de esos idiotas.
El alfa arrancó el auto pisando el acelerador para ir a toda velocidad, dando la orden que se sujetaran fuerte, detrás de ellos les seguía una patrulla por orden de Yongsun, las otras se habían quedado en el consultorio.
Podía olfatear el rastro de olor que se encontraba en el aire, alejó los pensamientos que venían de que le pudieran estar haciendo daño a Jimin.
Escuchó lo que Jin venía relatando en la parte de atrás, su alfa se molestó aún más cuando el omega comentó de la forma que lo habían golpeado, notó el pequeño hematoma que se empezaba a formar en el rostro del castaño.
Yoongi habló por el intercomunicador preguntando a dónde se debían dirigir, Jungkook cerró los ojos inhalando profundamente, el olor se hacía más claro, sus asquerosas partículas revolotearon en sus fosas, dio la orden para que se dirigieran al norte.
Podía sentirlo, él podía sentir el miedo de Jimin calando en sus huesos, su alfa se lamentaba por no poder cuidar a quien él había proclamado como su omega.
El celular de Yongsun sonó, la alfa inmediatamente contestó haciendo saber que el que llamaba era Yoongi.
—Chicos vamos a mitad de camino, si tomamos la vía alterna por el complejo de apartamentos llegaremos e interceptaremos el paso antes que los perdamos en el tránsito.
—Bien, Yoongi, está bien.
Jungkook seguía concentrado en rastrear el olor de ese alfa putrefacto, se desviaba de calles, frenando y retrocediendo, Nicola intentó perderlos sabiendo que era un alfa rastreador.
Nicola buscaba venganza en nombre de su hermano Giorgiano, quien fue sentenciado a pasar su vida entera en prisión al ser uno de los criminales más buscados, nadie había podido dar con el paradero de este, nadie hasta que Jungkook llegó.
Pero lo que más le enfureció fue cuando supo que en la pelea que se libró, el alfa de ojos azules arrancó las piernas de Giorgiano porque este hizo lo mismo con uno de los omegas que tenía como rehenes. Lo torturó, así como él lo hizo con aquellos inocentes omegas.
Los ojos de Jungkook se dilataron al percibir el olor de Nicola, llamaron a Yoongi para decirle que fuera por un atajo y así poder interceptarlo para dejarlos atrapados.
Eran 5 camionetas con muchos alfas dentro, era obvio que no era más que un cobarde, creía que todos esos alfas podrían contra ellos, pero qué ilusos.
Sabían que Jimin estaba con Nicola.
Lograron visualizar los autos donde estaba el alfa idiota y sus hombres, al darse cuenta de que los habían encontrado, decidieron separarse para poder despistar a los policías, se formó una gran persecución por las calles, no podían dejarlos ir.
Jin estaba histérico, gritando palabrerías y sacando la cabeza por la ventana —Se prendió esta mierda, hijos de puta, prepárense porque les van a partir en dos el cu...
Yongsun lo tomó fuerte de la cintura y lo sentó al notar que los otros habían sacado armas para dispararles.
Yoongi conducía junto a la patrulla de Jungkook, lográndose ver por la ventana, conectaron sus miradas como si leyeran sus mentes, el alfa de ojos marrones dio un asentimiento hacia Jungkook sabiendo lo que debía hacer. Tenían una conexión muy especial.
Liberó las calles de los demás autos, a través del intercomunicador, les planteó a los otros policías el plan para que uno de ellos lo siguiera, adelantándose a los criminales y hacer una barrera para que no pasaran.
—Sujétense fuerte —ordenó Jungkook viendo a la pareja por el retrovisor—. Yongsun prepárate, el auto se detiene y bajamos, cúbreme mientras busco a Jimin.
—Acudiré en mi forma humana para poder disparar Kook, ten cuidado, por favor —él asintió totalmente de acuerdo.
—Yo puedo ayudar a distraerlos con mi olor, aún tengo rastros dulces por el celo —el omega se dirigió a los alfas muy emocionados por su idea.
—No, amor, te quedarás dentro del auto, yo no podría vivir con la culpa si algo te pasa —hablaba Yongsun mientras le colocaba un chaleco antibalas.
Jungkook frenó de una al darse cuenta de que estaban cerca de Nicola, sus ojos habían empezado a dilatarse, bajó dando un portazo a la puerta viendo cómo Yongsun discutía algo con Jin.
—¿Cuándo pusiste esa planta ahí omega? —preguntó desconcertada, negó volviendo a la situación en que se encontraban—. Promete que no bajarás.
—Tu auto es muy aburrido alfa, le falta color —dijo en un tono muy agudo—. Además, nunca sabes cuándo hará falta una de ellas.
—Quédate aquí y no bajes bajo ninguna circunstancia —le ordena rápidamente.
Jin no respondió nada, viendo cómo su alfa bajaba tomando esa postura de jefa demandante.
Yongsun se encaminó hacia donde Jungkook estaba, este se despojó de todo su armamento y protección listo para transformarse.
Era una vista majestuosamente atemorizante frente a ella, los huesos de Jungkook crujieron y ahora estaba ese gran lobo blanco de ojos azules.
Yongsun se acercó a él, pasando su mano por arriba de su nariz para dar la señal de salir.
El lobo de Jungkook caminó sigilosamente cubriéndose de la lluvia de balas que se escuchaba por todos lados, Yongsun le protegía la espalda, siempre era así.
Se desplazó rodeando una de las patrullas viendo cómo Yoongi peleaba con uno de los alfas.
Mientras tanto, Jin se moría de ansiedad dentro del auto.
Jin sumamente preocupado, buscaba a los tres alfas, giró en busca de Yongsun viendo, por uno de los espejos, como uno de los maleantes estaba golpeándola mientras otro la tenía sujeta de manos, el omega enfureció tanto buscando algo con que ayudar —Con mi alfa no, infelices, desgraciados.
Tomó lo primero que encontró y sin pensarlo bajó del auto, acercándose cuidadosamente detrás del alfa que tenía tomada de manos a su gran amor. El olor de Jin y el grito que dio aturdió a los alfas, alzó con todas sus fuerzas la maceta artesanal que tenía en manos estrellándola en la cabeza del alfa.
Yongsun se incorporó de inmediato, atacando al otro hombre que tenía de frente, rugió tomando su cuerpo para lanzarlo contra uno de los autos.
—No vueltas a poner tus asquerosos ojos sobre mi omega —vociferó, lanzándose sobre el otro alfa, golpeándolo hasta dejarlo inconsciente.
Se detuvo al escuchar la tierna voz de Jin pidiendo disculpas a su pequeña planta.
La alfa lo tomó de la cintura atrayéndolo para protegerlo y continuar con el rescate.
Antes de continuar, Jin se dio vuelta y le propinó una patada en las bolas al hombre tirado en el piso.
—Maldito, infeliz, eso te pasa cuando te metes con mi familia y mis amigos —alzó la voz con orgullo al ver la expresión de dolor del alfa.
Al irse le sacó el dedo corazón gritándole que se jodiera, mientras Yongsun lo arrastraba lejos.
Mientras tanto, Jimin no dejaba de pensar que este era su fin, los golpes habían vuelto a su rostro, cerró los ojos sabiendo que si esto acababa, por lo menos se reuniría con su madre y su bebé. Sentía un fuerte calor en el pecho, era extraño.
Escuchó a Dongwoo maldecir la vida del alfa que lo llevaba cautivo, le gritó diciendo que si llegaba a sobrevivir a Jungkook, él mismo se encargaría de matarlo por ser un inútil inservible.
Dongwoo usó su voz imponiendo su mando sobre Nicola diciendo que podía hacer con Jimin lo que él quisiera. El alfa tomó su rostro entre sus ásperas manos, levantó su mentón haciendo fuerza sobre su piel ya lastimada, se relamió los labios, viéndolo fijamente.
—Ahora ya sé porqué el gran jefe te desea tanto, eres una joya. Cuando parta en dos a Jeon, tú y yo pasaremos un buen rato antes de llevarte con Dongwoo —informó lamiendo desde su barbilla hasta su cabello.
Jimin lloró sintiendo asco, su felicidad siempre había sido momentánea.
Jimin sentía que era pasajero de un tren que nunca llegaba a ningún lado.
Únicamente deseaba que esto acabara de una o de otra manera, pero que en definitiva acabara.
No era miedo lo que tenía, era este extraño sentimiento que invadía sus pensamientos de merecer todo lo que le pasaba.
Jungkook encontró el auto donde estaba Jimin. El maldito de Nicola lo sujetaba del cabello mostrando su bello rostro siendo apuntado por una pistola.
El asqueroso reía con sorna, atreviéndose a sujetar con sus impúdicas manos a su omega.
El gran lobo blanco caminó mostrándose, dejando ver sus grandes colmillos, hizo notar su imponente figura, era un ejemplar que emanaba poderío, sus pisadas parecían hacer templar el suelo bajo sus patas y sus elegantes, pero rudos movimientos al caminar, solamente demostraban la gran potestad que poseía.
Traía en el hocico el cuerpo de un lobo gris, uno de los que en algunos instantes antes había matado para poder llegar a Nicola.
Quedaban pocos en el enfrentamiento, los policías ayudaron a las demás personas a evacuar para no salir lastimados, no existía tiempo para esperar refuerzo.
Jungkook aulló fuerte, dominante, poderoso y territorial, haciendo que la piel de Jimin se erizara. Nicola volteó para ver de frente al enorme lobo.
Abrió la puerta del auto tomando con mucha fuerza el cuerpo de Jimin, lo tiró al piso apuntándole con su arma.
El pobre se hizo un ovillo, Jimin se asombró al ver al enorme lobo de color blanco, su postura era tan imponente que se encogió con miedo.
Pero algo le decía que no debía temer y al ver esos ojos azules brillando, supo el porqué, ese era Jungkook en su forma lobuna.
—Llegaste... —susurró con alivio, empezando a derramar lágrimas.
—Hola, Jungkook, ¡qué gusto verte de nuevo gran idiota! —Nicola saludó con burla.
Jungkook, al quitar la vista de Jimin, sus ojos se volvieron completamente negros. Intentó acercarse al alfa, pero Nicola le advirtió que si hacía algún movimiento más, le volaría los sesos al chico que estaba tirado con una raspadura en su mejilla por el impacto en el asfalto que tuvo al momento de aventarlo.
Jungkook gruñó, pensando en cómo sacaría a Jimin sin que lo lastimaran, olfateó en busca de Yoongi y de Yongsun, no se sorprendió al sentirlos tan cerca y ese, ¿era el olor de Jin?
Yongsun salió de la nada detrás de Nicola apuntando en su cabeza —Parece que el idiota es otro —ajustó el gatillo hablando con sorna.
Nicola se volteó en un rápido movimiento, convirtiéndose en lobo tirando al suelo a Yongsun.
La alfa se puso en pie queriendo ir frente a Jimin para intentar sacarlo de allí, pero otro alfa transformado, la sujetó del pie tironeando de ella, Yongsun luchaba contra él hasta que Yoongi llegó en apoyo convertido en su lobo color caramelo.
El lobo de Nicola era color café, mucho más pequeño que el de Jungkook, era un alfa común, cuando vio oportunidad arrastró a Jimin sujetándolo de su ropa y gruñendo hacia Jungkook que terminó destrozando a otros dos idiotas.
Jin salió corriendo y gritando, dirigiéndose a Nicola —Infeliz cobarde, eres un maldito malnacido, pedazo de mierda mal cagada —el alfa se desconcertó por el arrebato y el olor del celo del omega. Jungkook aprovechó su confusión y aturdimiento, corrió golpeándolo en un costado, Nicola cayó contra un auto, el impacto ocasionó que Jimin saliera de su agarre.
Jungkook se había contenido para no arrancarle las entrañas por temor de lastimar a Jimin, un mal movimiento y su cabeza rodaría.
Yongsun y Jin corrieron a socorrerlo, lo levantaron para sacarlo de en medio de la lucha —Jungkook...
—Él estará bien, Jimin —Yongsun tranquiliza.
El lobo café se levantó gruñendo, otros dos alfas llegaron a su lado.
Yoongi peleaba detrás de él con dos alfas más.
Los tres alfas rodeaban al lobo blanco intentando intimidarlo.
Jungkook los veía como una presa y Nicola se sentía un digno oponente, se lanzó contra el lobo blanco, este solo se movió dándose la vuelta tomando a Nicola por el cuello y lanzarlo fuertemente contra una de las patrullas.
Los otros dos se lanzaron para atacarlo, uno de ellos iba en busca de su cuello.
Jungkook se sacudió con fuerza para tirarlo al piso, cuando logró su cometido abrió su gran hocico mordiéndole dónde este lo había querido hacer con él.
Se quitó al otro de encima, enterrando sus colmillos en la espalda del alfa, el lobo aulló con dolor.
Nicola se encontraba en el penoso intento de recuperarse.
No había tiempo para disfrutar y hacerlo sufrir, su lobo era despiadado cuando tocaban a uno de los suyos.
Jungkook se lanzó contra Nicola, escuchó algo quebrándose, pero le restó importancia, miró directamente a sus ojos, ladeo su cabeza y como si fuera un simple mondadientes partió su cuello por la mitad.
Volvió a su forma humana y vio con desprecio el cuerpo inerte de Nicola, lo habría hecho sufrir más, pero ahora necesitaba ir con Jimin.
Llamó a Yongsun haciéndole saber que necesitaba algo para cubrirse, su hermana llegó entregándole unos pantalones e informando que solicitó ambulancias para que revisaran a Jimin y Jin, además de alguno que otro civil, que resultó levemente herido por la colisión de autos que hubo.
Yongsun lo atrajo en un abrazo, reconfortándose con el olor de su hermano.
—Sabía que lo lograrías, calma a tu alfa, no puedes verlo en ese estado.
Los ojos de Jungkook fueron tornándose a su color normal, en su estado lobuno cambiaban de color y se tornaban negros cuando enfurecía, respiró y dejó que su ser se calmara, Jimin necesitaba de él.
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